sábado, 18 de febrero de 2017

Tiempo del hombre, poema de Atahualpa Yupanqui



Tiempo del hombre

La partícula cósmica que navega en mi sangre
Es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mí tras un largo camino de milenios
Cuando, tal vez, fui arena para los pies del aire.

Luego fui la madera. raíz desesperada.
Hundida en el silencio de un desierto sin agua.
Después fui caracol quién sabe dónde.
Y los mares me dieron su primera palabra.

Después la forma humana desplegó sobre el mundo
La universal bandera del músculo y la lágrima.
Y creció la blasfemia sobre la vieja tierra.
Y el azafrán, y el tilo, la copla y la plegaria.

Entonces vine a américa para nacer en hombre.
Y en mí junté la pampa, la selva y la montaña.
Si un abuelo llanero galopó hasta mi cuna,
Otro me dijo historias en su flauta de caña.

Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes
Y me dan sus mensajes las raíces secretas.

Y así voy por el mundo, sin edad ni destino.
Al amparo de un cosmos que camina conmigo.
Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui la madera.

Atahualpa Yupanqui

martes, 14 de febrero de 2017

Anuncio (Por Juan José Arreola)



Anuncio

Dondequiera que la presencia de la mujer es difícil, onerosa o perjudicial, ya sea en la alcoba del soltero, ya en el campo de concentración, el empleo de Plastisex ©, es sumamente recomendable. El ejército y la marina, así como algunos directores de establecimientos penales y docentes, proporcionan a los reclusos el servicio de estas atractivas e higiénicas criaturas.
     Ahora nos dirigimos a usted, dichoso o desafortunado en el amor. Le proponemos la mujer que ha soñado toda la vida: se maneja por medio de controles automáticos y está hecha de materiales sintéticos que reproducen a voluntad las características más superficiales o recónditas de la belleza femenina. Alta y delgada, menuda y redonda, rubia o morena, pelirroja o platinada: todas están en el mercado. Ponemos a su disposición un ejército de artistas plásticos, expertos en la cultura y el diseño, la pintura y el dibujo; hábiles artesanos del moldeado y el vaciado; técnicos en cibernética y electrónica, pueden desatar para usted una momia de la decimoctava dinastía o sacarle de la tina a la más rutilante estrella de cine, salpicada todavía por el agua y las sales del baño matinal.
     Tenemos listas para ser enviadas todas las bellezas famosas del pasado y del presente, pero atendemos cualquier solicitud y fabricamos modelos especiales. Si los encantos de Madame Récamier no le bastan para olvidar a la que lo dejó plantado, envíenos fotografías, documentos, medidas, prendas de vestir y descripciones entusiastas. Ella quedará a sus órdenes mediante un tablero de controles no más difícil de manejar que los botones de un televisor.
     Si usted quiere y dispone de recursos suficientes, ella puede tener ojos de esmeralda, de turquesa o de azabache legítimo, labios de coral o de rubí, dientes de perlas y… etcétera, etcétera. Nuestras damas son totalmente indeformables e inarrugables, conservan la suavidad de su tez y la turgencia de sus líneas, dicen que sí en todos los idiomas vivos y muertos de la tierra, cantan y se mueven al compás de los ritmos de moda. El rostro se presenta maquillado de acuerdo con los modelos originales, paro pueden hacerse toda clase de variantes, al gusto de cada quien, mediante los cosméticos apropiados.
     La boca, las fosas nasales, la cara interna de los párpados y las demás regiones mucosas, están hechas con suavísima esponja saturada con sustancias nutritivas y estuosas, de viscosidad variable y con diferentes índices afrodisíacos y vitamínicos, extraídas de algas marinas y plantas medicinales. “Hay leche y miel bajo tu lengua…”, dice el Cantar de los cantares. Usted puede emular los placeres de Salomón; haga una mixtura con leche de cabra y miel de avispas; llene con ella el depósito craneano de su Plastisex ©, sazónela al oporto o al benedictine: sentirá que los ríos del paraíso fluyen a su boca en el largo beso alimenticio. (Hasta ahora, nos hemos reservado bajo patente el derecho de adaptar las glándulas mamarias como redomas de licor.)
     Nuestras venus están garantizadas para un servicio perfecto de diez años -duración promedio de cualquier esposa-, salvo los casos en que sean sometidas a prácticas anormales de sadismo. Como en todas las de carne y hueso, su peso es rigurosamente específico y el noventa por ciento corresponde al agua que circula por las finísimas burbujas de su cuerpo esponjado, caldeada por un sistema venoso de calefacción eléctrica. Así se obtiene la ilusión perfecta del desplazamiento de los músculos bajo la piel, y el equilibrio hidrostático de las masas carnosas durante el movimiento. Cuando el termostato se lleva a un grado de temperatura febril, una tenue exudación salina aflora a la superficie cutánea. El agua no sólo cumple funciones físicas de plasticidad variable, sino también claramente fisiológicas e higiénicas: haciéndola fluir intensamente de dentro hacia fuera, asegura la limpieza rápida y completa de las Plastisex ©.
     Un armazón de magnesio, irrompible hasta en los más apasionados abrazos y finamente diseñado a partir del esqueleto humano, asegura con propiedad todos los movimientos y posiciones de la Plastisex ©. Con un poco de práctica, se puede bailar, luchar, hacer ejercicios gimnásticos o acrobáticos y producir en su cuerpo reacciones de acogida o rechazo más o menos enérgicas. (Aunque sumisas, las Plastisex © son sumamente vigorosas, ya que están equipadas con un motor eléctrico de medio caballo de fuerza.)
     Por lo que se refiere a la cabellera y demás vegetaciones pilosas, hemos logrado producir una fibra de acetato que tiene las características del pelaje femenino, y que lo supera en belleza, textura y elasticidad. ¿Es usted aficionado a los placeres del olfato? Sintonice entonces la escala de los olores. Desde el tenue aroma axilar hecho a base de sándalo y almizcle, hasta las más recias emanaciones de la mujer asoleada y deportiva: ácido butírico puro, o los más quintaesenciados productos de la perfumería moderna. Embriáguese a su gusto.
     La gama olfativa se extiende naturalmente hasta el aliento, sí, porque nuestras venus respiran acompasada o agitadamente. Un regulador asegura la curva creciente de sus anhelos, desde el suspiro al gemido, mediante el ritmo controlable de sus canjes respiratorios. Automáticamente el corazón acompasa la fuerza y la velocidad de sus latidos…
     En la rama de accesorios, la Plastisex © rivaliza en vestuario y ornato con el atuendo de las señoras más distinguidas. Desnuda, es sencillamente insuperable: púber o impúber, en la flor de la juventud o con todas las opulencias maduras del otoño, según el matiz peculiar de cada raza o mestizaje.
     Para los amantes celosos, hemos superado el antiguo ideal del cinturón de castidad: un estuche de cuerpo entero que convierte a cada mujer en una fortaleza de acero inexpugnable. Y por lo que toca a la virginidad, cada Plastisex © va provista de un dispositivo que no puede violar más que usted mismo, el himen plástico que es un verdadero sello de garantía. Tan fiel al original, que al ser destruido se contrae sobre sí mismo y reproduce las excrecencias coralinas llamadas carúnculas mirtiformes.
     Siguiendo la inflexible línea de ética comercial que nos hemos trazado, nos interesa denunciar los rumores, más o menos encubiertos, que algunos clientes neuróticos han hecho circular a propósito de nuestra venus. Se dice que hemos creado una mujer tan perfecta, que varios modelos, ardientemente amados por hombres solitarios, han quedado encinta y que otros sufren ciertos trastornos periódicos. Nada más falso. Aunque nuestro departamento de investigación trabaja a toda capacidad y con un presupuesto triplicado, no podemos jactamos todavía de haber librado a la mujer de tan graves servidumbres. Desgraciadamente, no es fácil desmentir con la misma energía la noticia publicada por un periódico irresponsable, acerca de que un joven inexperto murió asfixiado en brazos de una mujer de plástico. Sin negar la posibilidad de semejante accidente, afirmamos que sólo puede ocurrir en virtud de un imperdonable descuido.
     El aspecto moral de nuestra industria ha sido hasta ahora insuficientemente interpretado. Junto a los sociólogos que nos alaban por haber asestado un duro golpe a la prostitución (en Marsella hay una casa a la que ya no podemos llamar de mala nota porque funciona exclusivamente a base de Plastisex ©), hay otros que nos acusan de fomentar maniáticos afectados de infantilismo. Semejantes timoratos olvidan adrede las cualidades de nuestro invento, que lejos de limitarse al goce físico, asegura dilectos placeres intelectuales y estéticos a cada uno de los afortunados usuarios.
     Como era de esperarse, las sectas religiosas han reaccionado de modo muy diverso ante el problema. Las iglesias más conservadoras siguen apoyando implacablemente el hábito de la abstinencia, y a lo sumo se limitan a calificar como pecado venial el que se comete en objeto inanimado (!). Pero una secta disidente de los mormones ha celebrado ya numerosos matrimonios entre progresistas caballeros humanos y encantadoras muñecas de material sintético. Aunque reservamos nuestra opinión acerca de esas uniones ilícitas para el vulgo, nos es muy grato participar que hasta el día de hoy todas han sido generalmente felices. Sólo en casos aislados algún esposo ha solicitado modificaciones o perfeccionamientos de detalle en su mujer, sin que se registre una sola sustitución que equivalga a divorcio. Es también frecuente el caso de clientes antiguamente casados que nos solicitan copias fieles de sus esposas (generalmente con algunos retoques), a fin de servirse de ellas sin traicionarlas en ocasiones de enfermedades graves o pasajeras, y durante ausencias prolongadas e involuntarias, que incluyen el abandono y la muerte.
     Como objeto de goce, la Plastisex © debe ser empleada de modo mesurado y prudente, tal como la sabiduría popular aconseja respecto a nuestra compañera tradicional. Normalmente utilizado, su débito asegura la salud y el bienestar del hombre, cualquiera que sea su edad y complexión. Y por lo que se refiere a los gastos de inversión y mantenimiento, la Plastisex © se paga ella sola. Consume tanta electricidad como un refrigerador, se puede enchufar en cualquier contacto doméstico, y equipada con sus más valiosos aditamentos pronto resulta mucho más económica que una esposa común y corriente. Es inerte o activa, locuaz o silenciosa a voluntad, y se puede guardar en el closet.
     Lejos de representar una amenaza para la sociedad, la venus Plastisex © resulta una aliada poderosa en la lucha por la restauración de los valores humanos. En vez de disminuirla engrandece y dignifica a la mujer, arrebatándole su papel de instrumento placentero, de sexófora, para emplear un término clásico. En lugar de mercancía deprimente, costosa o insalubre, nuestras prójimas se convertirán en seres capaces de desarrollar sus posibilidades creadoras hasta un alto grado de perfección.
     Al popularizarse el uso de la Plastisex ©, asistiremos a la eclosión del genio femenino, tan largamente esperada. Y las mujeres, libres ya de sus obligaciones tradicionalmente eróticas, instalarán para siempre en su belleza transitoria el puro reino del espíritu.


Extraido de: 

Melancolía, poema de Ruben Darío



A Domingo Bolíva
– XXV –
Melancolía
Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de sueño y loco de armonía.
Ése es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.
Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto…
Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?

jueves, 9 de febrero de 2017

Escritos de un viejo indecente (Fragmento) por Charles Bukowski


     “todos los ríos crecerán, y sin embargo la cosa anda mal. los maestros te atizan con reglas y los gusanos se comen el trigo; están montando ya las ametralladoras en los trípodes y los vientres son blancos y los vientres son negros y los vientres son vientres. sí, pegan a los hombres por el simple placer de pegar; los juzgados son sitios donde el final se escribe al principio, y todo lo que precede a eso es simple comedia. llevan a los hombres a habitaciones para interrogarles y salen medio hombres o ya ni hombres siquiera en absoluto. algunos tienen puestas en la revolución sus esperanzas, pero cuando te revelas e instauras tu nuevo gobierno descubres que tu nuevo gobierno es aún el mismo buen Papá de siempre. sólo que con una máscara de cartón. los muchachos de Chicago desde luego cometieron un error metiéndose con los grandes muchachos de la prensa; al atizarles así en la cabeza podrían ponerse a pensar y la gran prensa (aparte del antiguo New York Times y de algunas ediciones de The Christian Science Monitor) dejó de pensar cuando se declaró la primera guerra mundial, puedes machacar tranquilamente a OPEN CITY por publicar una porción normal del cuerpo humano pero si le atizas una patada en el culo al que escribe editoriales en un periódico de circulación millonaria, cuidado. ándate con ojo, podría empezar a escribir la verdad sobre Chicago y sobre todo lo demás, pese a los anunciantes. quizás sólo pudiese escribir una columna, pero esa columna podría (para variar) hacer pensar a millones de lectores y nadie sabe lo que podría pasar entonces. de todos modos, bien echado está el cierre: darte a elegir entre Nixon y Humphrey es como darte a elegir entre mierda caliente y mierda fría.

     y las cosas no cambian gran cosa en ningún sitio. el asunto de Praga ha desanimado a muchos chicos que se habían olvidado de Hungría, andan por los parques con el ídolo Che, con fotos de Castro en sus amuletos, ahí van OOOOOOOOOOOOMMMMM OOOOOOOOOOMMMMMMMM, bajo los auspicios de William Burroughs, Jean Genet y Alien Ginsberg. esos escritores están liquidados, suavizados, atontados, agilipollados, afeminados (no amariconados sino afeminados) y si yo fuese un poli qué ganas me darían de machacar sus cerebros podridos. colgadme por eso si queréis. el escritor de la calle está dejando a los imbéciles chuparle la polla del alma. sólo hay un lugar para escribir, SOLO ante una máquina. el escritor que tiene que irse a la calle es un escritor que no conoce la calle. he visto suficientes fábricas, prostíbulos, cárceles, bares, oradores de parque, para cubrir cien vidas de cien hombres. ir a la calle cuando
tienes un NOMBRE es elegir el camino fácil. con su AMOR, su whisky, su idolatría, su coño, mataron a Thomas y a Behan y medio asesinaron medio centenar más. CUANDO DEJAS TU MAQUINA DEJAS TU AMETRALLADORA Y LAS RATAS INVADEN. cuando Camus empezó a hacer discursos en las academias, murió su fuerza de escritor. Camus no empezó como orador, sino como escritor; no fue un accidente de automóvil lo que le mató, no.

     cuando alguno de mis pocos amigos pregunta: «¿por qué no das lecturas de poesía, Bukowski?» no entienden simplemente por qué les digo «no».

     y en fin, tenemos lo de Chicago y lo de Praga, sí, y no es distinto de como siempre ha sido. al pequeño le darán en el culo y cuando (y si) el pequeño se hace grande, dará en el culo también él. preferiría de presidente a Cleaver que a Nixon pero de todos modos no es gran cosa. lo que esos revolucionarios de mierda que vienen a mi casa a beber mi cerveza y a comer lo que tengo y a exhibir sus mujeres deben aprender es que la cosa debe ir de dentro afuera. no puedes simplemente darle a un hombre un gobierno
nuevo como un sombrero nuevo y esperar que sea un hombre distinto dentro de ese sombrero. seguirá teniendo las mismas tendencias pijoteras, la barriga llena y un equipo completo de Dizzy Gillespie no van a cambiar eso. son muchos los que juran que hay una revolución en marcha pero me jodería mucho ver que los matan a todos por nada. atiende, puedes matar a la mayoría de la gente sin matar nada, pero habrán muerto inevitablemente algunos hombres buenos. y luego, tendrás esto: gobierno sobre el pueblo. un nuevo dictador con piel de cordero. la ideología era sólo un medio de mantener la lucha en marcha.

     la otra noche me dijo un tipo (estaba sentado en el centro de la alfombra, muy espiritual y muy maravilloso):

     —voy a abrir todas las alcantarillas. ¡toda la ciudad flotará en cerotes!

     bueno, el chico me había soltado ya cagadas suficientes como para enterrar en mierda a toda la ciudad de Los Angeles y mitad de camino a Pasadena.

     luego dijo: «¿me das otra cerveza, Bukowski?».

     su puta cruzó las piernas y me enseñó un relampagueo de braga rosa, así que me levanté y le di al chico una cerveza.

     sí, revolución suena como muy romántico. pero no lo es. es sangre y tripas y locura; es niños asesinados por interponerse en el camino, niños que no entienden qué coño pasa. es tu puta, tu mujer con el vientre abierto de un bayonetazo y violada luego ante tus ojos. es hombres torturando a hombres que antes reían con los dibujos del ratón Mickey. antes de meterte en ese asunto, determina dónde está el espíritu y dónde estará cuando todo termine. no estoy de acuerdo con Dos (CRIMEN Y CASTIGO) en lo de que ningún hombre tiene derecho a disponer de la vida de otro. pero no vendría mal pensárselo un poco primero. por supuesto, lo malo es que ellos han estado quitándonos la vida sin disparar un tiro. también yo trabajé por sueldos de miseria mientras un pez gordo violaba vírgenes de catorce años en Beverly Hills. he visto cómo le quitaban a un hombre su trabajo por tardar cinco minutos más de los normal en salir del retrete. he visto cosas de las que ni siquiera quiero hablar. pero antes de matar algo asegúrate de que tienes algo mejor con que sustituirlo; algo mejor que oportunistas políticos que sueltan palabrería de odio en el parque público. si tienes que pagar un dineral, busca algo mejor que una garantía de treinta y seis meses. hasta ahora sólo he visto ese anhelo emocional y romántico de Revolución; no he visto ni un dirigente sólido ni una plataforma realista que aseguren CONTRA la traición que hasta ahora siguió luego siempre. si he de matar a un hombre, no quiero verle sustituido por una copia fiel del mismo hombre y el mismo sistema. hemos malgastado la historia como una pandilla de borrachos jugando a los dados en los retretes del bar del barrio. me da vergüenza ser miembro de la especie humana pero no quiero añadir nada a esa vergüenza, quiero raspar y quitar un poquito de ella.

     está bien hablar de Revolución con la barriga llena de cerveza ajena y viajando con una chica de dieciséis años de Grand Rapids escapada de casa; está muy bien hablar de Revolución mientras tres escritores gilipollas de fama mundial te tienen bailando el juego del OOOOOOOOMMMMMMM; pero hay que hacer otras cosas para conseguir que llegue eso; han de pasar más cosas. París, 1870-71, veinte mil personas asesinadas en las calles, las calles rojas, tanto como si hubiese llovido sangre, y las ratas que salen y devoran cadáveres, y gente hambrienta, sin saber ya qué significa aquello, que sale y arranca las ratas de los cadáveres y se las come. y, ¿dónde está París esta noche? ¿y qué es París esta noche? mi camarada va a añadir una cagada a esto y sonríe. bueno, tiene veinte años y prácticamente sólo lee poesía y la poesía no es más que una bayeta húmeda en el fregadero.

     y la yerba. siempre equiparan la yerba a la revolución. la yerba simplemente no es tan buena. por amor de Dios, si legalizasen la yerba, la mitad de la gente dejaría de fumarla. la Prohibición creó más borrachos que las verrugas de la abuela. la cuestión es que no puedes hacer lo que quieres. ¿quién quiere joder todas las noches con su mujer? o, en fin, aunque sea una vez a la semana...

     hay muchas cosas que me gustaría hacer. Me gustaría, en primer lugar, impedir que se nombraran candidatos presidenciales tan feísimos. luego, cambiaría los museos. no hay nada tan deprimente y tan absolutamente apestoso como un museo. nunca entenderé por qué no es mayor el porcentaje de chicas de tres años asaltadas en escaleras de museos. en primer lugar, instalaría por lo menos un bar en cada planta. habría para pagar todos los salarios y daría para la regeneración y salvación de algunos de los cuadros y del tambaleante tigre colmilludo cuyo ojo del culo empieza a parecer más que nada un bolsillo lateral de ocho bolas. luego pondría una banda de rock, una banda de swing y una orquesta sinfónica en cada planta, más tres o cuatro mujeres de buen ver para andar por allí y hacer bonito. uno no aprende nada ni ve nada si no vibra. la mayoría contempla el trasero de ese tigre colmilludo detrás de ese cristal caliente y siguen su camino sin más, algo más avergonzados y algo más aburrido.

     pero os imagináis a un tipo y a su mujer, con una cerveza en la mano cada uno, mirando al tigre colmilludo y diciendo:

     —¡joder, viste qué colmillos! ¿verdad que casi parece un elefante?

     —ay, querido —diría ella—, ¡vámonos a casa a hacer el amor!

     —¡ni hablar! —diría él—. tenemos que bajar antes al sótano a ver ese avión de 1917. dicen que lo pilotó el propio Eddie Rickenbacker. le pagaron mil setecientos. además, creo que tienen abajo a los Pink Floyd.

     pero los revolucionarios quemarán el museo. creen que quemando se soluciona todo. pueden quemar hasta a su abuela si no corre bastante. y luego se dedicarán a buscar agua o a alguien que sepa operar del apéndice o que pueda impedir a los que de veras están locos que les corten el cuello mientras duermen, y van a ver cuántas ratas viven en la ciudad. no ratas humanas sino ratas ratas. y descubrirán que la rata es el último bicho que se ahoga, que arde, que se muere de hambre; es el primer bicho que encuentra comida y agua porque lleva siglos encontrándolas sin que nadie le ayude. las ratas son los verdaderos revolucionarios; las ratas son el verdadero underground, pero a ellas les da igual tu culito salvo quizás para meterle el diente, y tampoco les interesa el OOOOMMMM.

     no quiero decir que haya que renunciar. estoy a favor del auténtico espíritu humano, esté donde esté, donde se haya escondido, sea lo que sea. pero cuidado con los farsantes que lo pintan todo de color de rosa y te dejan en la estacada con cuatro polis feroces y ocho o nueve muchachos de la guardia nacional y sólo tu ombligo por última oración. esos que gritan exigiendo tu sacrificio en los parques públicos suelen ser los que primero se largan en cuanto empieza el tiroteo. quieren vivir y escribir sus memorias.

     antes era la cosa religiosa. no la farsa de la iglesia grande, que era un latazo. todos se aburrían, hasta el predicador. sino los sitios pequeños, que eran como tiendas, pintados de blanco. Dios, cómo tiraban de uno. yo entraba borracho y me sentaba allí a mirar. sobre todo cuando me echaban de los bares. para qué ir a casa a torturarse. los mejores tinglados religiosos estaban en Los Angeles. seguían Nueva York y Filadelfia.
aquellos predicadores eran unos artistas, amigo. casi me hacían rodar por el suelo también. la mayoría de aquellos predicadores andaban de resaca, con los ojos inyectados en sangre, necesitaban más dinero para poder beber, o puede que incluso para una picada, en fin, cualquiera sabe.

     casi a punto estuvieron de hacerme rodar por el suelo y yo estaba frío y bastante cansado. era mejor que una mujer aunque sólo te cazase a medias. quiero dar las gracias a esos chicos, negros la mayoría, por algunas noches entretenidas; creo que si alguna vez escribí poesía en serio, quizás se la robara a ellos, en parte.

     pero ahora se esfuma ese juego. dios, sencillamente, no pagaba el alquiler ni aportaba la botella de vino, por mucho que gritaran o ensuciaran sus últimos andrajos rodando por el suelo. dios decía ESPERA y es duro esperar con la tripa vacía y ya el alma no se siente tan bien y quizás no pases ya de los cincuenta y cinco. y la última vez que Dios apareció fue hace ya casi dos mil años y no hizo más que unos cuantos trucos
baratos de prestidigitador, dejó que unos cuantos judíos le liaran y luego se largó. uno acaba cansado de sufrir. los propios dientes de la propia boca no bastan para matarle a uno ni la misma mismísima mujer en la misma mismísima pequeña habitación.

     los liantes religiosos están uniéndose a los liantes revolucionarios y uno ya no puede diferenciar, hermanos, culo de coño. tened en cuenta esto, y tendréis un principio. escuchad muy atentos y tendréis un principio. si os lo tragáis todo, quedaréis liquidados. dios se bajó del árbol, se llevó la serpiente y la tía buena del Edén y ahora tenemos a Karl Marx tirando manzanas de oro desde el mismo árbol, sobre todo maquillado de negro.

     si hay una lucha, y creo que la hay, que la ha habido siempre, y que es la de los van Gogh y los Mahler, la de los Dizzy Gillespie y los Charley Parker, entonces, por favor, tened cuidado con vuestros caudillos, pues hay demasiados individuos en vuestras vidas que preferirían ser presidentes de la General Motors a quemar la gasolinera de la esquina. sólo que como no pueden conseguir una cosa, van a por la otra. son las ratas humanas de siempre, que nos han retenido donde estamos. es Dubcek que vuelve de Rusia mediohombre, aterrado por la muerte psíquica. el hombre ha de aprender al fin que es mejor morir mientras le cortan lentamente las bolas que vivir de cualquier otro modo. ¿estupidez? no más estupidez que el mayor de todos los milagros. pero si estás cogido en la trampa, no olvides nunca qué es lo que estás haciendo, exactamente, o el alma se hundirá. Casanova acostumbraba a meter los dedos, las manos, por debajo de los vestidos de las damas mientras en el patio del rey despedazaban hombres; pero él también murió, y sólo era un tipo de gran polla y gran lengua y sin valor alguno. decir que vivió bien es cierto; y lo es también que yo podría escupir sobre su tumba sin el menor reparo. las señoras suelen irse detrás de los más tontos. por eso la raza humana está donde está hoy: hemos engendrado astutos y sempiternos Casanovas, todos huecos por dentro, como los huevos de Pascua de chocolate que damos a nuestros pobres niños.

     el nido de las artes como los nidos de los revolucionarios está lleno de unos insensatos de lo más increíble cubiertos de piojos, que buscando solaz cocacolesco porque ni pueden encontrar trabajo como lavaplatos ni pintar como Cézanne. si el molde no te admite, sólo cabe rezar o trabajar por otro molde nuevo. y si descubres que ese molde no te sirve, ¿por qué no otro entonces? todo el mundo contento, seguro en su camino.

     sin embargo, pese a que soy tan viejo, me satisface mucho vivir en esta época segura. EL HOMBRE CORRIENTE SE HA CANSADO YA DE TANTO CUENTO. está ocurriendo en todas partes. Praga. Watts. Hungría. Vietnam. no es el gobierno. es el Hombre contra el gobierno. es el Hombre que no permite ya que le engañen con unas Navidades blancas con la voz de Bing Crosby y unos huevos de Pascua teñidos que hay que esconderles a los chicos que deben TRABAJAR PARA ENCONTRARLOS. de futuros presidentes de Norteamérica cuyos rostros en las pantallas de televisión te hacen salir corriendo al baño para vomitar.

     me gusta esta época. me gusta esta sensación. los jóvenes han empezado al fin a pensar. y cada vez son más los jóvenes. pero en cuanto consiguen un ariete de sus sentimientos, perece asesinado. los viejos y los atrincherados están muertos de miedo. saben que la revolución puede llegar a través de las urnas a la manera norteamericana. podemos matarlos sin un tiro. podemos liquidarlos simplemente siendo más reales y humanos y no votando mierdas. pero qué listos son. ¿qué nos ofrecen? Humphrey o Nixon. como dije, mierda fría, mierda caliente, todo es mierda.

     lo único que ha impedido que me asesinasen a mí es que soy mierda pequeñita, no tengo ninguna política. observo. no tengo bando, salvo el bando del espíritu humano, que, en fin, parece en el fondo muy superficial, cuento de charlatán, pero que significa sobre todo mi espíritu, que significa el tuyo también, porque si no estoy de veras vivo ¿cómo podré verte?

     sí amigo, me gustaría ver un buen par de zapatos en todo hombre que anda por la calle y ver que todos se consiguen una buena tía y que, además, pueden llenarse el buche de comida. dios, eché mi último polvo en 1966 y llevo meneándomela desde entonces. y, ay, no hay paja comparable al agujero de la maravilla.

     son duros estos tiempos, hermano, y no sé exactamente qué decirte. soy blanco, pero he tenido que llegar a admitir (no confiéis demasiado en la capa de pintura) que los blancos son blandos y a mí tampoco me gusta la mierda blanda. pero he visto que muchos de vosotros, negros, sois capaces también de hacerme ir vomitando de Venice Este a Miami Beach. no tiene piel el Alma. el alma tiene sólo entrañas que quieren CANTAR, por fin, ¿es que no oís, hermanos? muy suave, ¿no oís, hermanos? una buena tía y un cadillac nuevo no resolverían nada. Popeye estará al quite, y tu próximo presidente será Nixon. Cristo se escurrió de la Cruz y ahora estamos clavados nosotros en esa cabrona, blancos y negros, negros y blancos, todos bien clavados.

     nuestra elección casi no es elección. si vamos muy deprisa estamos listos. si no vamos deprisa estamos liquidados. éste no es nuestro juego. ¿cómo cagar con dos mil metros de corcho cristiano metidos por el culo?

     para aprender, no leas a Karl Marx. es mierda ya muy seca. aprende, por favor, el espíritu. Marx es sólo tanques cruzando Praga. no te dejes cazar así, por favor. en primer lugar, lee a Céline. el mejor escritor en dos mil años. incluye, por supuesto, EL EXTRANJERO de Camus. CRIMEN Y CASTIGO. LOS HERMANOS. Kafka entero. todas las obras del escritor desconocido John Fante. los cuentos cortos de Turguénev. evita a Faulkner, Shakespeare y sobre todo a George Bernard Shaw, la fantasía más pomposa de todos los TIEMPOS, una auténtica mierda con conexiones políticas y literarias de lo más increíble. el único más joven que se me ocurre con carretera pavimentada delante y beso en el culo si hace falta fue Hemingway, pero la diferencia entre Hemingway y Shaw es que Hem escribió algunas cosas buenas al principio y Shaw escribió siempre mierda.

     en fin, aquí estamos mezclando Revolución y Literatura y las dos ajustan. ajusta todo de una manera u otra. pero ya me he cansado, lo dejo hasta mañana.

     ¿estará el Hombre esperando a mi puerta?

     ¿a quién le importa?

     ojalá que con esto se te derrame el té.”





Fragmento extraído del volumen:

viernes, 3 de febrero de 2017

Poema 77 de Robert Juarroz



(Poesía vertical ll, 77)

En una noche que debió ser de lluvia
o en el muelle de un puerto tal vez inexistente
o en una tarde clara, sentado a una mesa sin nadie,
se me cayó una parte mía.
No ha dejado ningún hueco.
Es más: pareciera algo que ha llegado
y no algo que se ha ido.
Pero ahora,
en las noches sin lluvia,
en las ciudades sin muelles,
en las mesas sin tardes,
me siento de repente mucho más solo
y no me animo a palparme,
aunque todo parezca estar en su sitio,
quizá todavía un poco más que antes.
Y sospecho que hubiera sido preferible
quedarme en aquella perdida parte mía
y no en este casi todo
que aún sigue sin caer.