“todos los ríos crecerán, y sin
embargo la cosa anda mal. los maestros te atizan con reglas y los gusanos se
comen el trigo; están montando ya las ametralladoras en los trípodes y los vientres son blancos y los vientres son negros y los vientres
son vientres. sí, pegan a los hombres por el simple placer de pegar; los juzgados son sitios donde el final se escribe al principio, y todo lo que precede a eso es simple comedia.
llevan a los hombres a habitaciones para interrogarles y salen medio hombres o ya ni hombres siquiera en absoluto. algunos tienen puestas en la revolución sus esperanzas,
pero cuando te revelas e instauras tu nuevo gobierno descubres que tu nuevo gobierno
es aún el mismo buen Papá de siempre. sólo que con una máscara de cartón. los muchachos
de Chicago desde luego cometieron un error metiéndose con los grandes muchachos de
la prensa; al atizarles así en la cabeza podrían ponerse a pensar y la gran prensa
(aparte del antiguo New York Times y de algunas
ediciones de The Christian Science Monitor) dejó de pensar cuando se declaró la primera guerra mundial, puedes machacar
tranquilamente a OPEN CITY por publicar una porción normal del cuerpo humano
pero si le atizas una patada en el culo al que escribe editoriales en un periódico
de circulación millonaria, cuidado. ándate con ojo, podría empezar a escribir la verdad sobre
Chicago y sobre todo lo demás, pese a los anunciantes. quizás sólo pudiese escribir una
columna, pero esa columna podría (para variar) hacer pensar a millones de lectores y
nadie sabe lo que podría pasar entonces. de todos modos, bien echado está el cierre: darte
a elegir entre Nixon y Humphrey es como darte a elegir entre mierda caliente y mierda
fría.
y las cosas no cambian gran cosa en ningún
sitio. el asunto de Praga ha desanimado a muchos chicos que se habían olvidado de Hungría, andan por los parques con el
ídolo Che, con fotos de Castro en sus amuletos, ahí van OOOOOOOOOOOOMMMMM OOOOOOOOOOMMMMMMMM, bajo los auspicios de William Burroughs, Jean Genet y Alien Ginsberg. esos escritores están liquidados, suavizados,
atontados, agilipollados, afeminados (no amariconados sino afeminados) y si yo fuese un
poli qué ganas me darían de machacar sus cerebros podridos. colgadme por eso si queréis.
el escritor de la calle está dejando a los imbéciles chuparle la polla del alma.
sólo hay un lugar para escribir, SOLO ante una máquina. el escritor que tiene que irse a la calle es un escritor que no conoce la calle. he visto suficientes fábricas, prostíbulos,
cárceles, bares, oradores de parque, para cubrir cien
vidas de cien hombres. ir a la calle cuando
tienes un NOMBRE es elegir el camino fácil. con su AMOR, su whisky, su
idolatría, su coño, mataron a Thomas y a Behan y medio asesinaron medio centenar más. CUANDO DEJAS TU MAQUINA DEJAS TU AMETRALLADORA Y LAS RATAS INVADEN. cuando Camus
empezó a hacer discursos en las academias, murió su fuerza de escritor. Camus
no empezó como orador, sino como escritor; no fue un accidente de automóvil lo
que le mató, no.
cuando alguno de mis pocos amigos pregunta:
«¿por qué no das lecturas de poesía, Bukowski?» no entienden simplemente por qué les digo «no».
y en fin, tenemos lo de Chicago y lo
de Praga, sí, y no es distinto de como siempre ha sido. al pequeño le darán en
el culo y cuando (y si) el pequeño se hace grande, dará en el culo también él. preferiría de presidente a Cleaver que a Nixon pero de
todos modos no es gran cosa. lo que esos revolucionarios de mierda que vienen a mi
casa a beber mi cerveza y a comer lo que tengo y a exhibir sus mujeres deben aprender
es que la cosa debe ir de dentro afuera. no puedes simplemente darle a un hombre un
gobierno
nuevo como un sombrero nuevo y esperar que sea un hombre distinto dentro de ese sombrero. seguirá teniendo las mismas tendencias pijoteras, la barriga llena y
un equipo completo de Dizzy Gillespie no van a cambiar eso. son muchos los que juran que
hay una revolución en marcha pero me jodería mucho ver que los matan a todos por
nada. atiende, puedes matar a la mayoría de la gente sin matar nada, pero habrán
muerto inevitablemente algunos hombres buenos. y luego, tendrás esto: gobierno sobre
el pueblo. un nuevo dictador con piel de cordero. la ideología era sólo un medio
de mantener la lucha en marcha.
la otra noche me dijo un tipo
(estaba sentado en el centro de la alfombra, muy espiritual y muy maravilloso):
—voy a abrir todas las
alcantarillas. ¡toda la ciudad flotará en cerotes!
bueno, el chico me había soltado ya
cagadas suficientes como para enterrar en mierda a toda la ciudad de Los Angeles y mitad de camino a Pasadena.
luego dijo: «¿me das otra cerveza,
Bukowski?».
su puta cruzó las piernas y me
enseñó un relampagueo de braga rosa, así que me levanté y le di al chico una cerveza.
sí, revolución suena como muy
romántico. pero no lo es. es sangre y tripas y locura; es niños asesinados por interponerse en el camino, niños que no entienden qué
coño pasa. es tu puta, tu mujer con el vientre abierto de un bayonetazo y violada
luego ante tus ojos. es hombres torturando a hombres que antes reían con los dibujos del
ratón Mickey. antes de meterte en ese asunto, determina dónde está el espíritu y
dónde estará cuando todo termine. no estoy de acuerdo con Dos (CRIMEN Y CASTIGO) en lo de que ningún hombre tiene derecho a disponer de la vida de otro. pero no vendría
mal pensárselo un poco primero. por supuesto, lo malo es que ellos han estado
quitándonos la vida sin disparar un tiro. también yo trabajé por sueldos de miseria
mientras un pez gordo violaba vírgenes de catorce años en Beverly Hills. he visto cómo le
quitaban a un hombre su trabajo por tardar cinco minutos más de los normal en salir del
retrete. he visto cosas de las que ni siquiera quiero hablar. pero antes de matar algo
asegúrate de que tienes algo mejor con que sustituirlo; algo mejor que oportunistas
políticos que sueltan palabrería de odio en el parque público. si tienes que pagar un
dineral, busca algo mejor que una garantía de treinta y seis meses. hasta ahora sólo he visto
ese anhelo emocional y romántico de Revolución; no he visto ni un dirigente sólido ni una plataforma realista que aseguren CONTRA la traición que hasta ahora siguió
luego siempre. si he de matar a un hombre, no quiero verle sustituido por una copia
fiel del mismo hombre y el mismo sistema. hemos malgastado la historia como una pandilla
de borrachos jugando a los dados en los retretes del bar del barrio. me da
vergüenza ser miembro de la especie humana pero no quiero añadir nada a esa vergüenza, quiero raspar y quitar un poquito de ella.
está bien hablar de Revolución con
la barriga llena de cerveza ajena y viajando con una chica de dieciséis años de Grand Rapids escapada de casa; está muy bien
hablar de Revolución mientras tres escritores gilipollas de fama mundial te tienen
bailando el juego del OOOOOOOOMMMMMMM; pero hay que hacer otras cosas para conseguir que llegue eso; han de pasar más cosas. París, 1870-71, veinte mil personas
asesinadas en las calles, las calles rojas, tanto como si hubiese llovido sangre, y las
ratas que salen y devoran cadáveres, y gente hambrienta, sin saber ya qué significa aquello,
que sale y arranca las ratas de los cadáveres y se las come. y, ¿dónde está París esta noche? ¿y qué es París esta noche? mi camarada va a añadir una cagada a esto y sonríe. bueno,
tiene veinte años y prácticamente sólo lee poesía y la poesía no es más que una
bayeta húmeda en el fregadero.
y la yerba. siempre equiparan la
yerba a la revolución. la yerba simplemente no es tan buena. por amor de Dios, si
legalizasen la yerba, la mitad de la gente dejaría de fumarla. la Prohibición creó más borrachos que las verrugas de la abuela. la
cuestión es que no puedes hacer lo que quieres. ¿quién quiere joder todas las noches con su
mujer? o, en fin, aunque sea una vez a la semana...
hay muchas cosas que me gustaría
hacer. Me gustaría, en primer lugar, impedir que se nombraran candidatos
presidenciales tan feísimos. luego,
cambiaría los museos. no hay nada tan deprimente y tan absolutamente apestoso como un museo. nunca entenderé
por qué no es mayor el porcentaje de chicas de tres años asaltadas en escaleras
de museos. en primer lugar, instalaría por lo menos un bar en cada planta.
habría para pagar todos los salarios y daría para la regeneración y salvación
de algunos de los cuadros y del tambaleante tigre colmilludo cuyo ojo del culo
empieza a parecer más que nada un bolsillo lateral de ocho bolas. luego pondría
una banda de rock, una banda de swing y una orquesta sinfónica en cada planta,
más tres o cuatro mujeres de buen ver para andar por allí y hacer bonito. uno
no aprende nada ni ve nada si no vibra. la mayoría contempla el trasero de ese
tigre colmilludo detrás de ese cristal caliente y siguen su camino sin más,
algo más avergonzados y algo más aburrido.
pero os imagináis a un tipo y a su
mujer, con una cerveza en la mano cada uno, mirando al tigre colmilludo y diciendo:
—¡joder, viste qué colmillos!
¿verdad que casi parece un elefante?
—ay, querido —diría ella—, ¡vámonos
a casa a hacer el amor!
—¡ni hablar! —diría él—. tenemos que bajar
antes al sótano a ver ese avión de 1917. dicen que lo pilotó el propio Eddie Rickenbacker. le pagaron mil
setecientos. además, creo que tienen abajo a los Pink Floyd.
pero los revolucionarios quemarán el
museo. creen que quemando se soluciona todo. pueden quemar hasta a su abuela si no corre bastante. y luego se
dedicarán a buscar agua o a alguien que sepa operar del apéndice o que pueda impedir a los
que de veras están locos que les corten el cuello mientras duermen, y van a ver
cuántas ratas viven en la ciudad. no ratas humanas sino ratas ratas. y descubrirán que la
rata es el último bicho que se ahoga, que arde, que se muere de hambre; es el primer bicho
que encuentra comida y agua porque lleva siglos encontrándolas sin que nadie le
ayude. las ratas son los verdaderos revolucionarios; las ratas son el verdadero
underground, pero a ellas les da igual tu culito salvo quizás para meterle el diente, y tampoco les
interesa el OOOOMMMM.
no quiero decir que haya que
renunciar. estoy a favor del auténtico espíritu humano, esté donde esté, donde se haya escondido, sea lo que sea. pero cuidado con los
farsantes que lo pintan todo de color de rosa y te dejan en la estacada con cuatro polis
feroces y ocho o nueve muchachos de la guardia nacional y sólo tu ombligo por última
oración. esos que gritan exigiendo tu sacrificio en los parques públicos suelen ser los
que primero se largan en cuanto empieza el tiroteo. quieren vivir y escribir sus
memorias.
antes era la cosa religiosa. no la
farsa de la iglesia grande, que era un latazo. todos se aburrían, hasta el predicador. sino los sitios pequeños, que eran como
tiendas, pintados de blanco. Dios, cómo tiraban de uno. yo entraba borracho y me sentaba
allí a mirar. sobre todo cuando me echaban de los bares. para qué ir a casa a
torturarse. los mejores tinglados religiosos estaban en Los Angeles. seguían Nueva York y
Filadelfia.
aquellos predicadores eran unos artistas, amigo. casi me hacían rodar por el
suelo también. la mayoría de aquellos predicadores andaban de resaca, con los ojos
inyectados en sangre, necesitaban más dinero para poder beber, o puede que incluso para
una picada, en fin, cualquiera sabe.
casi a punto estuvieron de hacerme
rodar por el suelo y yo estaba frío y bastante cansado. era mejor que una mujer aunque sólo te cazase a medias. quiero dar las
gracias a esos chicos, negros la mayoría, por algunas noches entretenidas; creo que si
alguna vez escribí poesía en serio, quizás se la robara a ellos, en parte.
pero ahora se esfuma ese juego.
dios, sencillamente, no pagaba el alquiler ni aportaba la botella de vino, por mucho que gritaran o ensuciaran sus últimos
andrajos rodando por el suelo. dios decía ESPERA y es duro esperar con la tripa vacía y
ya el alma no se siente tan bien y quizás no pases ya de los cincuenta y cinco. y la
última vez que Dios apareció fue hace ya casi dos mil años y no hizo más que unos cuantos
trucos
baratos de prestidigitador, dejó que unos cuantos judíos le liaran y luego se
largó. uno acaba cansado de sufrir. los propios dientes de la propia boca no bastan para
matarle a uno ni la misma mismísima mujer en la misma mismísima pequeña habitación.
los liantes religiosos están
uniéndose a los liantes revolucionarios y uno ya no puede diferenciar, hermanos, culo de coño. tened en cuenta esto, y tendréis un
principio. escuchad muy atentos y tendréis un principio. si os lo tragáis todo, quedaréis
liquidados. dios se bajó del árbol, se llevó la serpiente y la tía buena del Edén y ahora
tenemos a Karl Marx tirando manzanas de oro desde el mismo árbol, sobre todo maquillado
de negro.
si hay una lucha, y creo que la hay,
que la ha habido siempre, y que es la de los van Gogh y los Mahler, la de los Dizzy Gillespie y los Charley Parker, entonces,
por favor, tened cuidado con vuestros caudillos, pues hay demasiados individuos en vuestras
vidas que preferirían ser presidentes de la General Motors a quemar la gasolinera de
la esquina. sólo que como no pueden conseguir una cosa, van a por la otra. son las
ratas humanas de siempre, que nos han retenido donde estamos. es Dubcek que vuelve de Rusia mediohombre, aterrado por la muerte psíquica. el hombre ha de aprender al
fin que es mejor morir mientras le cortan lentamente las bolas que vivir de
cualquier otro modo. ¿estupidez? no más estupidez que el mayor de todos los milagros. pero si
estás cogido en la trampa, no olvides nunca qué es lo que estás haciendo,
exactamente, o el alma se hundirá. Casanova acostumbraba a meter los dedos, las manos, por debajo
de los vestidos de las damas mientras en el patio del rey despedazaban hombres;
pero él también murió, y sólo era un tipo de gran polla y gran lengua y sin valor
alguno. decir que vivió bien es cierto; y lo es también que yo podría escupir sobre su tumba
sin el menor reparo. las señoras suelen irse detrás de los más tontos. por eso la raza
humana está donde está hoy: hemos engendrado astutos y sempiternos Casanovas, todos
huecos por dentro, como los huevos de Pascua de chocolate que damos a nuestros pobres
niños.
el nido de las artes como los nidos
de los revolucionarios está lleno de unos insensatos de lo más increíble cubiertos de piojos, que buscando solaz
cocacolesco porque ni pueden encontrar trabajo como lavaplatos ni pintar como Cézanne. si
el molde no te admite, sólo cabe rezar o trabajar por otro molde nuevo. y si descubres
que ese molde no te sirve, ¿por qué no otro entonces? todo el mundo contento, seguro en
su camino.
sin embargo, pese a que soy tan
viejo, me satisface mucho vivir en esta época segura. EL HOMBRE CORRIENTE SE HA CANSADO YA DE TANTO CUENTO. está ocurriendo en todas partes. Praga. Watts. Hungría. Vietnam. no es el
gobierno. es el Hombre contra el gobierno. es el Hombre que no permite ya que le engañen con
unas Navidades blancas con la voz de Bing Crosby y unos huevos de Pascua teñidos que
hay que esconderles a los chicos que deben TRABAJAR PARA ENCONTRARLOS. de futuros presidentes de Norteamérica cuyos rostros en las pantallas de
televisión te hacen salir corriendo al baño para vomitar.
me gusta esta época. me gusta esta
sensación. los jóvenes han empezado al fin a pensar. y cada vez son más los jóvenes. pero en cuanto consiguen un ariete de
sus sentimientos, perece asesinado. los viejos y los atrincherados están muertos de
miedo. saben que la revolución puede llegar a través de las urnas a la manera
norteamericana. podemos matarlos sin un tiro. podemos liquidarlos simplemente siendo más reales
y humanos y no votando mierdas. pero qué listos son. ¿qué nos ofrecen? Humphrey o Nixon. como dije, mierda fría, mierda caliente, todo es mierda.
lo único que ha impedido que me
asesinasen a mí es que soy mierda pequeñita, no tengo ninguna política. observo. no tengo bando, salvo el bando del espíritu
humano, que, en fin, parece en el fondo muy superficial, cuento de charlatán, pero que
significa sobre todo mi espíritu, que significa el tuyo
también, porque si no estoy de veras vivo ¿cómo podré verte?
sí amigo, me gustaría ver un buen
par de zapatos en todo hombre que anda por la calle y ver que todos se consiguen una buena tía y que, además, pueden llenarse
el buche de comida. dios, eché mi último polvo en 1966 y llevo meneándomela desde entonces. y, ay, no hay paja comparable al agujero de la maravilla.
son duros estos tiempos, hermano, y
no sé exactamente qué decirte. soy blanco, pero he tenido que llegar a admitir (no confiéis demasiado en la capa de
pintura) que los blancos son blandos y a mí tampoco me gusta la mierda blanda. pero he visto que muchos de vosotros, negros, sois capaces también de hacerme ir vomitando de
Venice Este a Miami Beach. no tiene piel el Alma. el alma tiene sólo entrañas que
quieren CANTAR, por fin, ¿es que no oís, hermanos? muy suave, ¿no oís, hermanos? una
buena tía y un cadillac nuevo no resolverían nada. Popeye estará al quite, y tu
próximo presidente será Nixon. Cristo se escurrió de la Cruz y ahora estamos clavados
nosotros en esa cabrona, blancos y negros, negros y blancos, todos bien clavados.
nuestra elección casi no es
elección. si vamos muy deprisa estamos listos. si no vamos deprisa estamos liquidados. éste no es nuestro juego. ¿cómo cagar con dos
mil metros de corcho cristiano metidos por el culo?
para aprender, no leas a Karl Marx. es mierda
ya muy seca. aprende, por favor, el espíritu. Marx es sólo tanques cruzando Praga. no te dejes cazar así, por
favor. en primer lugar, lee a Céline. el mejor escritor en dos mil años. incluye, por
supuesto, EL EXTRANJERO de Camus. CRIMEN Y CASTIGO.
LOS HERMANOS. Kafka entero. todas las obras del escritor desconocido John Fante. los cuentos cortos de Turguénev. evita a Faulkner, Shakespeare y sobre todo a George Bernard Shaw, la fantasía
más pomposa de todos los TIEMPOS, una auténtica mierda con conexiones políticas y literarias de lo más increíble. el único más joven que se me ocurre con
carretera pavimentada delante y beso en el culo si hace falta fue Hemingway, pero la
diferencia entre Hemingway y Shaw es que Hem escribió algunas cosas buenas al principio y
Shaw escribió siempre mierda.
en fin, aquí estamos mezclando
Revolución y Literatura y las dos ajustan. ajusta todo de una manera u otra. pero ya me he cansado, lo dejo hasta mañana.
¿estará el Hombre esperando a mi
puerta?
¿a quién le importa?
ojalá que con esto se te derrame el té.”
Fragmento extraído del volumen: